martes, 10 de mayo de 2016

Releyendo - "Las Dos Torres" de J. R. R. Tolkien

¡Hola!
Un mes más, una nueva entrada en la sección "Releyendo".

¡Y no podía ser más especial! Pues se trata de una de esas Relecturas con mayúsculas. Una de las más recurrentes y relevantes en mi vida lectora: la trilogía de El Señor de los Anillos.

Podría expresarlo de mil maneras diferentes pero la conclusión terminaría siendo la misma: ¡J. R. R. Tolkien y otras formas de alegrarme la vida!

Esta trilogía puede pasar repetidas veces ante mis retinas que no me cansaré nunca de releerla, de ahí que se haya convertido en una constante habitual.

En este caso la relectura ha sido concretamente de la segunda parte de la trilogía: Las dos torres. Y ha sido más y mejor de lo que ya recordaba de lecturas anteriores. 

Como me conozco y me puede la pasión desmedida cuando hablo de El Señor de los Anillos es altamente probable que se me escape algún SPOILER. Así que absténganse los vírgenes de ESDLA que hayan conseguido llegar a 2016 sin enterarse mucho de esta historia y quieran seguir desconociendo todo lo posible hasta descubrirlo de primera mano (como debe ser).

Mi pasión por la historia, mi cariño a los personajes y mi debilidad por su narración no parecen tener fin

Todos tenemos ese libro que nos marca de determinada manera como lectores, esta trilogía es mi punto débil. Mi cachito de hogar dentro de unas páginas de papel.

Acababa de empezar el instituto cuando la descubrí por primera vez. Peter Jackson y su estreno inminente de la versión cinematográfica de La Comunidad del Anillo estaban a la vuelta de la esquina, amenazando con pillarme sin haberme leído el libro. En realidad, no lo tenía planeado. Más bien fue una grata coincidencia. Un flechazo.

Un libro de El Señor de los Anillos, con la trilogía completa en un solo volumen, llevaba semanas sobre la mesilla de noche de mi tío. El punto de lectura atascado siempre en la misma página. Me pregunté: ¿y por qué no pedírselo y leérmelo ya que él parece no avanzar? Y eso hice. A las pocas horas mi imaginación ya había aterrizado en la Tierra Media. Un flechazo dije antes, ¡qué apropiado! No creo que haya mejor forma de describirlo. Amor a primera página. Suena ñoño e infantil. Prometo que lo fue.

Probablemente no existan palabras, o mejor dicho, yo no sea capaz de encontrarlas y emplearlas correctamente para describir la fascinación que despertó esta historia en mí. Lo que llegó a significar. Y lo que sigue significando.

Pero como no estamos aquí para que proclame una declaración de amor a la obra más maravillosa del mundo... entremos en materia:

Las Dos Torres, el punto intermedio de la trilogía. La continuación de la aventura que comenzó en La Comunidad del Anillo y que no encontrará su desenlace hasta su tercera y última entrega: El Retorno del Rey.

Con la Compañía del Anillo disgregada por la Tierra Media y con dos focos de acción claramente diferenciados, nos adentramos en una novela menos descriptiva y más ágil que buena parte de su predecesora, sobre todo en el Libro 3º (he aquí una amante de las descripciones y del ritmo sosegado de Tolkien, conste en acta). 

Las Dos Torres también está dividida en dos Libros (3º y 4º). En el primero los protagonistas del hilo conductor son, por un lado: Aragorn, Legolas y Gimli. Y por otro: Merry y Pippin. Con ellos conocemos nuevos personajes y descubrimos nuevos lugares del mapa como Isengard, Fangorn, Rohan... en una nueva muestra del gran poder imaginativo de John Ronald Reuel. Déjenme determe aquí un segundo y dedicar una mención especial a los Ents. Si existe una criatura fantabulosa en sí misma y por antonomasia, son los Ents. Pastores de árboles. ¿Necesito decir algo más? ¡Pastores de árboles! ¡Burárum!

En el segundo libro encontramos el desarrollo de los acontecimientos paralelos que se fueron sucediendo para Frodo y Sam, inmersos en su propia lucha para conseguir que el objetivo de la Compañía del Anillo se vea cumplido. También ellos se cruzarán con nuevos personajes y deberán atravesar parajes inhóspitos y variopintos. Y no lo harán solos, mi tesoro.

Al igual que sucede con La Comunidad del Anillo el desenlace no tiene un cierre propiamente dicho, dejando patente que El Señor de los Anillos no fue escrito como trilogía sino como libro único pero que, debido a su extensión, se decidió publicar en tres partes por razones editoriales.

Personalmente, hasta el día de hoy, siempre que lo había leído y releído había sido del tirón, las tres partes seguidas. Ésta es la primera vez que lo leo de forma discontinua intercalando otras lecturas por el medio y, además de novedoso, se me hace extraño por lo comentado en el párrafo anterior. Los dos libros que dan forma a Las Dos Torres culminan de una manera tal que hace que impere la necesidad de seguir leyendo ya que la acción no queda en absoluto cerrada y de alguna forma es como si dejásemos a los personajes colgados en suspense hasta que la historia se vea retomada en el Libro 5º y Libro 6º que constituyen El Retorno del Rey.

John Ronald Reuel Tolkien, el verdadero mago de la Tierra Media. Mi pequeña gran deidad literaria. Ni veinte mil entradas en este blog conseguirían hacer justicia a su obra, ni devolverle un ápice del agradecimiento que le profeso por el universo que regaló al mundo. No es un lugar cualquiera, es mi casa.

Pronto caerá El Retorno del Rey. Muy pronto. A la felicidad no se la debe hacer esperar... :)

¡Hasta pronto! 


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